Vivimos tiempos de incertidumbre, y pocas cosas hay que tolere peor el ser humano que no poder pisar en firme.

Cada día, noticias nuevas, normas diferentes. Hoy permiten lo que mañana prohíben y, desde hace meses, navegamos en la inseguridad más frustrante.

Sin embargo, con coronavirus o sin él, con o sin fases, la vida continúa. Las facturas siguen llegando y los negocios sienten la presión de tener que volver a funcionar a pleno rendimiento (o al 50%).

Pero a la incertidumbre que rodea a cada proyecto empresarial, se suma el miedo de cada consumidor.

No lo neguemos, tenemos miedo. Desconocemos la velocidad de contagio, no sabemos si es seguro probarnos esa blusa ni tenemos la certeza de que una ducha nos salve del riesgo.

Conocemos tan poco del virus que parece una cruel broma del destino que se nos pida que lo evitemos, cuando no sabemos ni cómo driblar el destino del contagio.

Como personas, pero sobre todo como sociedad, nos sentimos vulnerables e inseguros porque nada tambalea más los cimientos de una vida que la certeza de que se es mortal. Y, de pronto, el mundo entero ha descubierto que la inmortalidad no le ha tocado en suerte.

Por todo ello, quizás necesitemos muchas cosas. Queremos volver al punto donde nos arrebataron la vida, deseamos despertarnos de esta pesadilla, soñamos con abrazar a personas de las que no nos despedimos. Pero lo que más anhelamos, es poder confiar.

Nada de lo que llena nuestra lista de deseos está en tu mano, no puedes concederles a tus clientes ninguno de sus sueños, pero sí puedes darle la confianza que esperan de ti.

Porque la necesitan, la buscan y porque eso les atará a ti. Esta es una época nueva donde debe imperar una nueva mentalidad. Y si vamos a poner bases nuevas, debemos comenzar por la confianza, por luchar por la fidelidad de los clientes.

Hoy te traigo 10 consejos que puedes empezar a aplicar ya en tus redes sociales para lograr, no sólo que compren, si no que te elijan siempre que tengan ocasión.

1. Deja que tus clientes te vean

Este no es el momento de llenar tus redes sociales de la colección primavera verano. Claro que tus clientes quieren ver tus productos, pero es tu cara la que genera conexión. Si no saben quién eres, no se fiarán tanto como si ven a la persona o equipo que está detrás del negocio.

No se trata de que te pases el día haciéndote fotos, pero una de cada 5 o 6 publicaciones en redes sociales debería ser personalizada.

2. Cuenta tu historia

Todas las redes sociales son dinámicas, las personas se suman a tu comunidad y se borran de ella diariamente. Algunos de tus seguidores quizás te conozcan de toda la vida, pero otros no saben nada de ti.

Es importante que te atrevas a contarles cosas sobre ti, sobre cómo llegaste al negocio actual o cuáles son los valores que has trasladado a tu proyecto.

Deja de lado el secretismo y cuéntales la historia que hay tras el negocio!

Te sorprendería la cantidad de personas que compran a una marca porque están alineados con la filosofía de su creador.

3. Enseña lo que haces

En una época como esta, la desconfianza está a flor de piel. La gente tiene miedo de ir a un comercio, de tocar los productos o de acercarse demasiado a otros clientes.

Despejar esas dudas es complicado porque se basan en un sentimiento irracional, pero ¿podrías ofrecerle una hora de personal Shopper gratuita? Quizás maquillar altruistamente a alguien que gane un sorteo.

Realizar sorteos a través de las redes sociales no sólo es sencillo, si no que es económico y el retorno en confianza resulta incalculable.

Esas acciones atraen a los clientes porque comienzan con algo gratuito y así pueden ver como trabajas, y te da la opción de ganarte su confianza en un entorno en el que no tienen que gastar dinero.

¿Crees que puedes ofrecer algo que les enganche?

4. Da voz a tus clientes

Nada convence más a alguien que el hecho de que otra persona hable bien de algo. Si tus clientes están satisfechos con tu atención, con la higiene de tu local, con el servicio y el producto, ¿Quién mejor para contárselo al mundo?

Tenemos mucha vergüenza de pedir a otros que nos recomienden, sin darnos cuenta de que es un acto tan habitual que lo hacemos diariamente sin ser casi conscientes.

Pídeles a tus clientes que si han quedado satisfechos, publiquen sobre ti en sus redes sociales. Deja que te ayuden, dales voz.

No temas los malos comentarios ni trates de evitarlos, solo úsalos para reconocer tus errores, mejorar, cambiar lo que no funciona y seguir.

Y a los buenos, dales el altavoz que necesitan. Compártelos, enséñale al mundo que otras personas que confiaron en ti, te recomiendan.

No te avergüences de pedir a tus clientes que te ayuden, así funciona el mundo. ¿Por qué no hacerlo?

5. Rodéate de otros profesionales

Si vas a una tienda con una idea clara en la cabeza de lo que quieres, pero ese comercio no trabaja con esa marca o con ese estilo ¿Te gustaría que te dijera donde puedes encontrarlo?

A mí sí. Si una zapatería no es especialista en zapatos de ceremonia, me encantaría que me recomendase donde ir. Si busco unas flores concretas, ganaría mucho tiempo si otro profesional me indicase el camino.

Lamentablemente no es algo habitual, ¿verdad? Sin embargo, me fio mucho más de alguien que me dice que no puede darme lo que quiero que de quien intenta venderme lo que tiene.

Si te rodeas de otros profesionales de tu sector, puedes lograr sinergias interesantes, además de ganarte la fiabilidad de saber que no necesitas competir para vender porque sabes que eres bueno en lo que haces.

Recomendarles en tus perfiles sociales o ayudarles con tus comentarios, hará que ellos hagan lo mismo por ti.

¿No suena mejor compartir éxitos que luchar por los clientes?

6. Facilita el contacto

La facilidad es la clave de la confianza. Nadie busca negocios enrevesados, opacos ni secretos.

Si te encuentran en instagram o en Facebook, y quieren saber más de ti, hazlo sencillo!

No escondas tu ubicación, añade tu web, no prohíbas los comentarios. Permite que ponerse en contacto contigo sea simple, porque si llenas de requisitos cada formulario, se irán sin decir ni adiós.

7. Escucha mucho

Cada uno de los comentarios que tus seguidores dejan en tus redes sociales, es oro.

Algunos, servirán para generar conversación con ellos y otros para que puedas darles lo que esperan de ti.

Si cada vez que haces una publicación, alguien te pregunta dónde está la tienda, quizás sea hora de que hagas más accesible la dirección.

Si en cada foto, te piden ver los probadores, deberías plantearte grabar un video donde enseñes tus instalaciones.

Escuchar mucho y con la mente abierta, te dará las pistas más valiosas sobre lo que tus clientes quieren.

El vínculo genera confianza así que no les ignores más!

8. Responde todo

De nada sirve que gastes horas de tu tiempo leyendo comentarios y adaptando tus publicaciones a lo que te indican, si no respondes a nada.

Cuando una persona escribe en tu muro, lo hace para ser respondido. Es genial que les tengas en cuenta para tus siguientes acciones, pero si no se lo dices ¿Cómo sabrán que lo haces por ellos?

Responde cada comentario y agradece sus ideas y opiniones. Dales a tus clientes el lugar de honor que les corresponde.

9. Sé constante

Este nuevo modo de vivir, de comprar y de relacionarnos ha llegado para quedarse mucho tiempo.

Así que no corras. Es hora de que empieces a generar la confianza y la fidelidad que tu negocio necesita, pero esto es una carrera de fondo.

No trates de darles todo hoy, no agobies, no machaques. Puede que tardes en ver resultados si hasta ahora, nunca te habías expuesto en Internet.

Lo importante es que seas constante, que te mantengas firme en la idea de que estas técnicas son buenas para tu negocio. No hoy. No un mes. No hasta que el coronavirus desaparezca.

Esto es algo que debes mantener en el tiempo, porque te hará crecer.

Es una nueva realidad y tú puedes triunfar en ella.

10. Haz lo que cuentas

Leo en tu Facebook que limpias las mesas y las sillas cada vez que se usan. Grabas un vídeo en YouTube con el modo en el que la ropa de tu tienda pasa la cuarentena y en Instagram esparces ozono cada noche en tu negocio.

Genial!

Solo que cuando voy a tomar un café a tu bar, las sillas y mesas están sucias y me dices que me siente sin desinfectarlas. Me das a probarme la falda que esa señora acaba de dejar y la máquina de ozono ni está, ni se le espera.

Puede que no tengas la capacidad de contar con el último modelo de metacrilato o que te cueste hacerte a los novedosos rituales.

Lo que cuenta es que no me mientas. Porque si me cuentas algo en Internet y descubro que me has mentido, no podrás volver a ganarte mi confianza.

Todos nos sabemos la teoría pero si la práctica no es lo tuyo, no me vendas la moto.

Sé sincero siempre y haz aquello que prometes. Y si no, mejor no digas nada.

 

Hay muchos más modos de lograr que los clientes confíen en ti, y las redes sociales facilitan mucho una comunicación fluida y fiable. Pero debes utilizarla de un modo inteligente.

¿Ponías ya en práctica estos consejos, en las redes sociales de tu negocio, o empleas otras?

Me encantará leer tu opinión!