Disculpenme por la rabieta, pero en estos momentos me siento totalmente indignada. Nos encontramos en un proceso de recesión económica y es por ello que conseguir un empleo en este momento, es una misión casi imposible. Además, si lo que ansias es lograr trabajar en el campo de la comunicación puedes esperar años antes de que surga tu pequeña oportunidad, porque de la grande mejor ni hablar.

Aún así, todavía hay gente que decide estudiar algo que le apasione en vez de algo de lo que haya trabajo (léase Ingeniería,…) y ese es mi caso. Pero debo confesar que después de 2 años buscando empleo, haciendo cursos, trabajando gratis,… llega un punto en el que llegas a la conclusión de que te has equivocado de estudios.

Todo esto que les cuento es para que comprendan mi indignación ante la noticia publicada hoy por el periódico «El Correo» y que afirma que «El nuevo magacín de Antena 3 ficha a una niña». Y añade «Tania, una niña de tan solo siete años capaz de acercarse a los protagonistas de la actualidad antes incluso que sus compañeros más veteranos».

¿Pueden llegar a imaginarse como se siente una Licenciada en Periodismo, que ha estudiado toda su vida para poder trabajar en ese mundo, cuando lee este tipo de noticias? Me siento exactamente igual de mal que cuando se promocionó el programa de Angelino con un adolescente con acné como protagonista.

Entiéndanme bien, no dudo del interés de esta niña de siete años en hacer entrevistas a políticos sobre asesinatos, terrorismo (tan desgraciadamente reciente hoy por el atentado en Getxo), guerras, alianzas políticas, crisis económicas, problemas sociales, etc. Lo que creo es que una niña, que no puede ni debe entender este tipo de cosas, no está capacitada para desarrollar un trabajo para el que hay que estudiar cinco años de carrera.

Siento que las cadenas de televisión han llegado al límite de su resistencia. Tanta guerra de audiencias hace que todas hayan perdido el norte, y se usan los trucos más rastreros para ganar 2 espectadores más.

Pero, el quiz de la cuestión es que de ahí a utilizar como reclamo a una niña, va un mundo. Esa niña debería estar en el colegio, preparándose para ser algo en el futuro y no paseando por las calles persiguiendo al político del día. Si fuera mi hija, desde luego, no se lo permitiría.
¿Y usted?