Si hoy en día España se metiera en una guerra a nivel mundial, y buscáramos el apoyo de personajes como Aramis Fuster o de la Bruja Lola para vencerla, no sé qué pensaría la opinión pública.

Siempre he pensado que los documentos clasificados contienen temas que los gobiernos no quieren que salgan a la luz, bien porque pueden suponer un riesgo o bien porque se trata de situaciones de las que no se sienten demasiado orgullosos. Hasta hoy pensé que nunca sabría si estaba en lo cierto o no. Pero lo estaba.

Lo sé, no por haber descubierto al fondo de un cajón una carpeta de esas que salen en las películas americanas con el sello rojo de «Confidential» sino, porque esta mañana he leído la noticia que me ha dado la razón.

Según el períodico El Mundo «El espionaje británico recurrió a la astrología para adivinar los planes de Hitler según unos documentos secretos desclasificados por los Archivos Nacionales.» Sí, sí a la astrología. Pero no a la astrología genericamente hablando, sino a un astrólogo en concreto de nombre Ludwig von Wohl. Parece ser que este húngaro decía que si estudiaba las influencias astrológicas de Hitler, sabría hacia donde iba a mover sus tropas y así vencerle por la mano.

Si era sincero o no, es algo que la noticia no desvela. Puede que sus predicciones fueran un poco como las de Nostradamus que parecen muy reales, básicamente, porque entendemos en sus letras lo que mejor nos viene en cada momento, lo cual las convierte en atemporales y válidas para cualquier hallazgo, hazaña o suceso caótico de la historia.

Lo único que se concreta en el artículo es que von Wohl fue enviado a EEUU donde comenzó a dar discursos para convencer a los norteamericanos de que aún se podía ganar a Hitler. Y eso sí que lo hizo bien, y cito textualmente: «su misión fue un éxito, según los documentos revelados ahora, puesto que sus discursos y entrevistas recibieron una amplia cobertura de los medios estadounidenses. Poco después, en diciembre de 1941, el ataque japonés sobre Pearl Harbour metió a EEUU en la II Guerra Mundial».

Con todo esto puedo dar por reales dos de las ideas que siempre he tenido y que vienen a ser corroboradas por esta noticia. La primera de ellas es la ya expuesta respecto a la clasificación de documentos y, la segunda es que los astrólogos suelen ser unos charlatanes. Buenos convencedores sí, pero charlatanes al fin y al cabo.