Salvador Rodríguez ya estuvo en mi blog antes. Es una de las maravillosas «Personas que suman» que alumbran esta web.
Por eso fue un honor y un orgullo que me invitase a su casa online para escribir sobre mi pasión: la escritura. Hoy os dejo la colaboración que hemos realizado. Un camino que podemos recorrer juntos, si me das la mano y empezamos!
Y es que me atrevería a decir que estamos hechos de palabras.
Esas con las que nos moldearon nuestros padres, esas que escuchamos y aceptamos como propias, esas que nos mueven al leerlas en un libro, esas que expresamos para conectar con los demás, y sobre todo, esas que nos decimos a nosotros mismos.
Es por ello que en esta ocasión quiero que hablemos de cómo podemos valernos de nuestras palabras para observarnos, reconocernos e irnos transformando poco a poco en nuestra mejor versión utilizando la escritura.
Y para ello, tengo el placer de contar con una persona que no solo es una profesional de la comunicación escrita, sino que además es alguien a quien personalmente admiro mucho por su mensaje y el inmenso valor que me han aportado sus palabras desde que la conozco: Es la periodista, amante de la comunicación y claro ejemplo de su proyecto «Personas que suman», Cristina Ballester.
Así que con Cristina a bordo de este viaje y con lapiz y papel en mano, ¡vamos a ello!
1. La escritura, un espejo de lo invisible
En mi caso, la escritura siempre ha sido mi fiel compañera. Ha sido cómplice tanto de mis desamores y esos poemas turbios de mi adolescencia, como de las reflexiones y anécdotas que te cuento en este blog ahora que vuelvo a ser niño.
Y al igual que para la mayoría de nosotros, para mi el potencial enorme de hacer catarsis, y de conocerse y transformarse con la escritura, pasaba un poco desapercibido.
Por suerte, no hace mucho Cristina me permitió participar en su proyecto y fue durante esa entrevista -en el proceso de escribir mi propia historia, de expresar mis valores, aprendizajes y de compartir mi propósito en el papel- que pude reconocerme a mi mismo a través de mis palabras y conectar con el mensaje y con esa versión de mi que define mi camino y que me diferencia de lo que algún día fui.
Escribir es un medio que nos comunica con los demás, pero al mismo tiempo es un espejo que nos va revelando ese lado de nuestra identidad, que por ser parte de nuestra cotidianidad, nos cuesta notar a simple vista.
Y que algunas veces nos conviene potenciar, y algunas otras debemos cambiar por nuestro propio bien.
Es por ello que quise pedirle a Cristina que nos contase de su experiencia de transformación y de su relación con la escritura, y en el proceso (Que por cierto, de esto no le dije nada) que nos demostrase con el ejemplo cómo al contar nuestra propia historia y definirnos a nosotros mismos en el papel podemos conectar y darle fuerza a esos valores que nos mueven hacia la prosperidad.
2. Entrevista a Cristina Ballester
Antes de comenzar quiero contarte que cada una de las preguntas de esta entrevista puede ayudarte a explorar tu propio proceso. Por ello, a medida que avanzamos en la entrevista te iré comentando su por qué.
Así que quiero aprovechar para presentarte a esta maravillosa mujer, e invitarte a hacer este ejercicio de auto-conocimiento por tu cuenta.
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Cuéntanos, ¿Quién es Cristina Ballester?
Profesionalmente, soy una persona que se ha hecho a sí misma. Soy periodista por formación, pero sobre todo por vocación. Con los años he ido recogiendo flores formativas en todos los ámbitos que me han atraído. Desde el diseño gráfico y el diseño 3D hasta los RRHH y la orientación profesional.
Me considero una profesional ecléctica, transversal a la que le encanta aprender y poner sobre la mesa todos mis conocimientos sea cual sea el área de actuación en el que esté trabajando. Pongo mi alma en cada proyecto, mi esencia sin aditivos y me dejo contagiar hasta fundirme con él. Sólo dando todo de ti puedes conseguir los mejores resultados.
Personalmente, si es que se puede desglosar lo personal de lo profesional, me considero una persona inquieta, extrovertida, y llena de dualidades. Soy lógica pero emocional, seria pero divertida, creyente en cosas absurdas pero tremendamente atea en lo religioso. Odio el frío pero lo amo, me encanta el calor pero me agobia.
Soy una persona sincera hasta la extenuación, sin dobleces, sin falsedades que huye de las personas tóxicas, de las que te roban la energía, de los aduladores,… Trato de rodearme de gente auténtica que me diga las verdades sin adornos y me ayude a crecer.
Con los años he aprendido que todo el mundo tiene una historia, o miles, que contar y he desarrollado mi capacidad de escucha, he moldeado mi carácter, controlado mis impulsos (no todos, no siempre) y llegado a un estado de aceptación de los golpes que me da la vida. He aprendido a afrontarlo todo con la actitud correcta, a querer sin límites, a dejarme arrastrar por las personas que suman y alejarme silenciosamente de las que restan.
Sé que aún me queda mucho que mejorar, que desarrollar, que aprender y que cambiar, pero también sé que estoy en el camino correcto.
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¿Cómo descubriste tu pasión por la escritura?
Ni siquiera soy capaz de recordar desde cuándo escribo.
Es una constante tan importante en mi vida que lo considero el hilo conductor de toda mi existencia. En los momentos más amargos de mi existencia y en los más felices ha estado siempre la escritura, la propia y la ajena en forma de literatura.
Me encanta leer desde que tengo uso de razón y me recuerdo siempre con un libro rondando mis manos y mi mente. Por eso escribir era el paso lógico.
Cuando amas la lectura llega un momento en el que quieres pasar a ser quién escriba lo que a otros les puede hacer vibrar.
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Además de lo laboral, ¿Qué papel ha tenido la escritura en tu proceso de crecimiento como individuo?
La protagonista de mi historia soy yo. Hace ya mucho tiempo que me otorgué el papel esencial de mi vida, pero si hay un coprotagonista en ella es la escritura.
Mi vida habría sido distinta sin la escritura. No sé si mejor o peor pero sí sé que poder contar con la escritura como válvula de escape a muchas circunstancias que han teñido mi vida de oscuridad ha sido vital para hacerme consciente de cuánta luz iluminaba mi camino.
- ¿Sientes que tus textos han evolucionado contigo? ¿Qué ha influido en ese cambio?
Por supuesto!!! Cuando leo ahora lo que escribía hace un tiempo, ya sean 20 años o 5 me doy cuenta de lo diferentes que eran mis textos.
Yo misma he evolucionado y cambiado mucho con el tiempo y eso se ha plasmado no sólo en mi manera de escribir, si no también en los temas de los que escribo.
Mis intereses, mis prioridades han ido mutando con la edad y, por eso, los textos de mis inicios no tienen nada que ver con lo que son ahora.
Durante muchos años escribía para mí, quizás para un yo del futuro, para no dejar caer en el olvido mis preocupaciones de entonces. Ahora escribo sobre lo que considero pero pensando en aquellos que me leen. Busco ayudar en la medida de mis posibilidades a los lectores que se acerquen a mí, hacerles reflexionar, conseguir paliar su soledad en ciertas situaciones en las que sé por experiencia propia que sentirse solo es una losa. Por eso mi escritura es diferente, porque mi objetivo también es otro, y me adapto a él.
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Háblanos de tu proceso creativo, ¿Lo gestionas desde la inspiración o desde la planificación?
Ambas. En mi blog, publico con una periodicidad semanal y planifico los contenidos.
Sin embargo me ocurre muy a menudo que, llegado el día, me doy cuenta que el tema que iba a tratar o el modo en el que lo he escrito no me representan en el momento actual. Ahí entra la improvisación.
Soy capaz de tener un post completamente terminado para el día siguiente, leerlo de nuevo y decidir borrarlo y escribir de algo totalmente diferente.
Creo que es muy importante que cada post represente mi momento vital y por eso, si lo que tengo planificado no lo hace, lo descarto o lo dejo para otra ocasión.
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Háblanos un poco de tu experiencia como lectora ¿Qué libro o autor ha influido positivamente en tu vida?
Sinceramente debo contestar que todos. Dicen que si sales ilesos de un libro es porque nunca has entrado en él y estoy totalmente de acuerdo con esa afirmación.
Cada uno de los libros en los que me he permitido perderme me han aportado algo, enseñado algo, me han ayudado a reconectar con cierta parte de mí.
No soy una persona mitómana y no tengo grandes referentes literarios aunque hay grandes obras que me han marcado, pero no podría elegir entre ellas.
Decidir entre todos los libros que he leído sería como escoger entre mi padre y mi madre. ¿Qué mano me corto que no me duela? Es imposible quedarme con uno sólo.
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¿Qué es lo que más te gusta de tu profesión?
Mi profesión no es una, son muchas! Escribir es una, la selección de personal es otra, el trato con las personas es otra…
Cada una de mis vertientes tiene muchísimas cosas buenas. De la escritura me encanta la conexión que llegas a establecer con las personas que te leen. Tengo la creencia de que un texto es el mejor conector entre dos almas: el de la escritora y la del lector y eso me fascina.
Los comentarios de las personas que llegan a mi y me cuentan sus experiencias, la confianza que deposita en mi una persona para escribir contenidos, todo lo que rodea la escritura, el periodismo y la comunicación tiene un punto de magia que te atrapa para siempre.
De la selección de persona y del trato con las personas me enamora la posibilidad de conocer a distinta gente en una situación tan complicada como lo es el desempleo y poder darles la mano y ayudarles a salir de él. Ver sus caras en las entrevistas de trabajo que les hago, ver cómo se les ilumina la mirada cuando me cuentan experiencias anteriores y darles la noticia de que han sido seleccionados, no tiene comparación con nada más.
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¿Y lo que menos te gusta? ¿Cómo lo gestionas?
En el área del periodismo duele mucho ver lo difícil que es hacerse un hueco en él siendo profesional y trabajando muy duro, mientras hay quienes ejercen sin serlo. El intrusismo laboral es una lacra difícilmente superable que mina a los profesionales que están viviendo una época de precariedad e inseguridad.
Mi manera de gestionarlo es trabajar aún más duro, no rendirme nunca y confiar en que la profesionalidad acabará por ganarle el terreno a todo lo demás.
De la selección de personal la parte menos positiva es tener que decir que no a personas que, a pesar de merecérselo no encajan en el perfil. Rompe el alma ver a quien necesita el puesto y hace todo lo posible por conseguirlo y tener que decirle que no ha sido la persona elegida. Es un trabajo agridulce que llena de satisfacción pero que tiene también sus pequeñas sombras.
Esta parte es más difícil de gestionar porque tiene para mí unas enormes connotaciones emocionales. Sin embargo intento centrarme en todos los síes en vez de quedarme con los noes que el día a día me obliga a dar.
Esto nos da la fuerza y motivación para avanzar a pesar del miedo y mantenernos en la búsqueda de mejores condiciones.
Sin embargo, lo más importante de este paso no es preguntarse qué nos disgusta, sino cómo gestionamos esas situaciones.
Al reconocer como reaccionamos ante las situaciones que nos sacan de nuestra zona de confort, y visualizar cómo podríamos gestionar esas situaciones de manera asertiva, nos permitimos pasar de la «reactividad» para tomar el control de nosotros mismos y de ese modo actuar consciente y proactivamente.
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Además de escribir, ¿Qué haces para desconectar o equilibrar en tu vida?
Desde hace ya muchos años mi pilar está en mi gente. Ellos son la constante que me mantiene anclada a la realidad, que me ayuda a superar todos los baches. Por eso cuando necesito desconectar del día a día o reconectar conmigo misma vuelvo a ellos.
Un paseo, una charla, una comida, un café, una mirada, unas risas. Cualquier momento con ellos es oro y los busco como un tesoro.
La naturaleza, la soledad son también una parte esencial para mi bienestar. Hay momentos en los que necesito dejar de escuchar, oír la nada y dejar volar mi mente. Esos son mis instantes más creativos, la esencia de todo lo que creo después y de aquello que no ve la luz y se quedará en mi mente como un proyecto que quizás no se realice nunca.
Hemos dejado para el final algunas de las reflexiones que Cristina nos regala para guiarnos en nuestro propio proceso de escribir, tanto para nosotros mismos, como para los demás.
Creo firmemente que todas las personas tienen algo que aportar al mundo y no me importa si son profesionales o no, ni de qué especialidad.
Hace ya muchos años que descubrí lo muchísimo que se puede aprender de cualquier persona a la que nos paremos a escuchar de un modo activo.
Por eso, a tu pregunta mi respuesta es sí. Cualquiera puede comenzar a escribir hoy e ir consiguiendo su estilo y aportar muchísimo.
Existen profesionales del periodismo, pero no hay profesionales de la escritura. Esas personas que han triunfado como escritores no siempre tienen una formación como la mía. Simplemente quisieron contar una historia, o mil, y tuvieron el coraje de empezar.
Escribir es para mí un modo de vida, pero sé que para cualquier persona es una maravillosa terapia que nadie debería desaprovechar.
¿Consideras que hay algún aspecto de la escritura con el que debamos ser cautelosos?
Para mí hay ciertos límites en la escritura.
El respeto hacia los demás es primordial, no insultar, no censurar de manera visceral ciertos comportamientos. Así mismo, ser tú mismo, no escribir nunca sobre algo en lo que no creas o que no te haga vibrar.
Hay muchas personas que escriben obsesionadas por los resultados, sin embargo yo escribo sobre lo que me gusta a mí, sobre cosas en las que creo, sobre experiencias que yo misma he vivido.
Creo que para poder llegar a los demás debes volcarte completamente en cada escrito, teñirlo de tu esencia y los resultados llegarán.
¿Algún consejo práctico a la hora de escribir?
Déjate ser. Deja volar tu imaginación, conecta con tu interior y no escribas desde la cabeza, escribe desde las entrañas. Cuando lo vuelvas a leer debes sentir ese clic de nuevo, ese algo en tu interior que te dice que te has desangrado en el texto.
No hay trucos, ni atajos. Si quieres conectar contigo mismo y con los demás no existen las medias tintas. Si tu no lo sientes, no lograrás que nadie vibre con él.
4. Ahora te toca a ti
Finalmente, quiero invitarte a hacer la prueba de escribir, sin importar si tienes experiencia o no.
Puedes utiliza tus palabras para dejar que se exprese en el papel todo eso que te define, reconocer lo que te sirve, y utilizar el lenguaje para ir transformando aquello que no te beneficia.
Si lo prefieres puedes hacer uso de las afirmaciones, del PNL, la visualización, o de cualquier método de tu preferencia para de ese modo irte moldeando a la medida de tus valores, de tus sueños y de ese deseo de ser nuestra mejor versión.
5. Entrevista a un lector que suma
Por si deseas hacer este experimento y compartir tus experiencias conmigo, te dejo por aquí una entrevista, que al responderla te guiará por el mismo proceso que experimentamos Cristina y yo. Ánimos!
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- ¿Quién es ______(tu nombre)?
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- ¿Cuál es tu pasión y cómo la descubriste?
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- ¿Qué papel ha tenido lo que haces y quienes te rodean en tu crecimiento personal?
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- ¿Cómo has evolucionado con el tiempo y que ha influido en ese cambio?
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- ¿Cómo gestionas tus actividades diarias?
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- ¿Quienes son tus referentes/influencias?
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- ¿Qué es lo que más te gusta de tu vida?
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- ¿Y lo que menos te gusta? ¿Cómo lo gestionas?
- ¿Qué haces para desconectar/equilibrar?
Espero que te sea útil.
Gracias por tu aportación. Feliz semana.
Un aporte muy interesante. Gracias por la información. Saludos.
Muchas gracias por comentar Iris!
Espero que te siga aportando el contenido del blog. Un abrazo!