Si acabas de perder tu empleo, abandonar un trabajo que no te satisfacía o si llevas tiempo en este arduo camino que es la búsqueda laboral, no te voy a mentir. No es una senda sencilla, ninguna danza de la lluvia hará que un trabajo aparezca caído del cielo.

Pasarás por momentos de euforia, pleno de esperanza y con las expectativas y la actitud en su máxima potencia. Pero llegarán los otros, los ratos de desilusión, de frustración y, sobre todo, de ese miedo que se agarra a las entrañas. Miedo a que nada cambie, a no ser lo suficientemente bueno, a haberte equivocado en algún cruce de caminos.

No tengo fórmulas mágicas, ni varitas de hada madrina para cambiar tu situación, ni la mía. No puedo desgranar en una regla la mejor manera para conseguir tu objetivo laboral, pero hay algunos factores que sé que te ayudarán.

Lo sé, no por ciencia infusa, no porque me lo hayan contado, no porque lo haya leído. Lo sé porque es lo que yo misma he hecho y hago. Cada punto es parte de un aprendizaje continuo vivido por mí. Hoy quiero contártelo, porque todo es mejor cuando se comparte. Porque si tú logras tu objetivo, una parte de mí también lo habrá logrado, y no hay mayor satisfacción que poder ayudar a los demás a volar.

Podría enumerar una lista casi sin fin de factores que te ayudarán en este camino, pero voy englobarlos en cinco. No importa si no lo has hecho antes, si llevas años en paro y no te los habías planteado. Lo único que importa es que te pongas a ello cuánto antes. Así que, allá vamos.

1- Acepta

Puede parecerte una tontería, pero ninguna estrategia a futuro puede funcionar, si no has superado y aceptado tu pasado. Para cambiar las cosas, sólo puedes actuar en el presente con miras al futuro.

Si aún no has asumido la pérdida de tu empleo, o tu nueva situación dentro del mercado nada va a funcionar. Comienza por gestionar tus emociones respecto a lo ocurrido en tu vida anterior y asume que las cosas cambian.

Debes ser capaz de vivir esta nueva etapa como una oportunidad que se te ha puesto delante, para conseguir hacer de tu vida lo que realmente quieres que sea.

Hasta que no hayas dejado atrás los sentimientos de pena, rabia, tristeza y frustración por lo ocurrido no dejarás entrar a tu vida lo bueno que te espera.

Comienza hoy, perdona, olvida, despréndete de las emociones negativas y mira hacia delante.

2- Conócete

Me dirás que no hay nadie que te conozca como tú mismo y puede que sea verdad. Sin embargo, en mi experiencia previa en la gestión de personas esa afirmación suele no ser real.

Te conoces, es cierto, pero no sabes qué es lo que proyectas en los demás. Sabes qué puestos de trabajo has desarrollado antes y en qué te considerabas bueno. Pero eso es pasado y ya hemos hablado de dejar el pasado atrás ¿recuerdas?

Hoy es hoy, y este hoy trae consigo muchos aprendizajes y competencias que no tenías cuando comenzaste tu empleo anterior. ¿Eres capaz de nombrarlos? ¿Puedes hacer una lista de todo aquello en lo que destacas?

Si la respuesta es sí, hazla. No tengas miedo de poner por escrito todas tus fortalezas, pero no te olvides de tus debilidades. No te regodees en las primeras ni te avergüences de las segundas. Pero, para ser capaz de venderte como profesional, debes conocerte como nadie.

Si la respuesta es no, ya es hora de que eso cambie. Estúdiate con lupa, investígate, aprende todo sobre ti. Es una labor dura mirarse sin la máscara que tantos años hemos aprendido a colocarnos, pero es imprescindible que lo hagas y que lo hagas ya.

Conocerte te da el poder y no puedes perder esa baza.

3- Currículum

El Currículum es la herramienta indispensable en la búsqueda de empleo. Aunque hoy en día no es tan eficiente como lo era hace unos años, en mi experiencia sigue siendo más que necesario.

Muchos expertos hablan ya de la incapacidad de este documento para conseguir un empleo, pero lo cierto es que hay un sinfín de empresas que aún siguen pidiéndolo y debes tenerlo siempre actualizado.

Piensa que las entrevistas surgen sin esperarlas. De hecho, habitualmente, llegan cuando menos podías esperarlas. Por eso debes tener tu currículum siempre listo para salir corriendo con él en cualquier momento. El trabajo previo de autoconocimiento te servirá para incluir en él aquello que te diferencia del resto.

Ten siempre varias copias impresas en casa y no olvides incluir todo lo que vayas haciendo.

Te podría dar muchos más consejos acerca de este documento, pero lo único que te voy a decir es que tu currículum debe representarte. Debes sentirte cómodo con él, porque lo vas a tener que defender, explicar y desmigar en cada entrevista a la que vayas. Así que si lo quieres pintar de colores, hazlo. Si lo quieres poner en papel verde, hazlo. No dejes que nadie te quite la capacidad de decidir por ti mismo, sobre algo tan personal.

4- Muéstrame más

Si quieres llegar a más personas, a más empresas o a más clientes potenciales, no puedes quedarte en el punto anterior.

Si únicamente mandas auto candidaturas y llevas tu CV en mano, jamás llegarás al gran número de empresas que andan por ahí buscando candidatos como tú.

Debes mostrarte, debes enseñar al mundo que existes. Sí, ya sé que existes, pero la gente no lo sabe. Eres una persona más, un sólo profesional más en un mundo repleto de ellos. Si quieres que te vean, debes dejarte ver. ¿Cómo?

Internet es un campo de posibilidades infinitas que debes explorar. Los portales de empleo, las redes sociales, la posibilidad de enseñarle lo que sabes a hacer a cualquier persona que quiera verlo, están ahí. Si tienes cientos de opciones, ¿por qué ceñirte sólo a una?

Me da igual que seas arquitecto, que médico o peluquera. Crees que las Redes Sociales son una pérdida de tiempo, que en tu sector las personas no se mueven en ellas, que escribir un blog es sólo para periodistas. Te equivocas.

La grandeza de Internet está en que nadie sabe quién le lee, quién le ve, quién le busca. No sabes qué tipo de oportunidades te pueden llegar a ofrecer, pero si no estás, no lo harán.

Hay quien afirma que la mayoría de las ofertas están en Internet, yo no puedo decir si eso es verdad o no. Pero lo que sí sé es que en las redes sociales se generan sinergias, contactos, se crean redes de ayuda y apoyo. Si decides perdértelas, te estarás quedando fuera de un abanico inmenso de posibilidades.

Enseña en qué eres bueno, qué sabes hacer y deja que los demás te encuentren por ello.

5- No te rindas

Muchas son las personas que comienzan a buscar empleo con ilusión y ganas, pensando en esto como una maratón en la que gana quién más rápido alcanza la meta. Corren desesperados por alcanzar el primer puesto, sin saber que lo que creían que era la meta, era sólo una parada para tomar aire.

La búsqueda de empleo es una carrera de fondo, dónde perder el foco, la autoestima y la confianza en nosotros mismos es un riesgo al que nos enfrentamos a diario.

Como te he dicho al principio, tendrás días malos en los que nada importará. Sólo querrás aislarte del mundo y llorar tus desgracias en soledad. Hazlo. Es bueno que tengas esos momentos de desolación, no debes contenerlos o fingir que todo está bien.

Lo ideal es que compartas tus emociones, que te desahogues como puedas o sepas. Sin embargo, ten cuidado. Hay una línea muy estrecha entre esos instantes y la autocompasión como modo de vida.

Por si lo olvidas, quiero recordarte que tú no eres menos hoy de lo que eras ayer que tenías un puesto de trabajo. No has perdido todas tus capacidades, no te han robado tu experiencia al firmar el finiquito. 

Eres un profesional valioso que está luchando en una guerra para lo que no le habían preparado. Puedes ganar, si crees en ti y en tu talento para superar este obstáculo.

Mira hacia atrás un segundo, lo justo para ver de dónde vienes, los retos que has vencido, los éxitos que has alcanzado. No te rindas, porque sólo quienes perseveran alcanzan la verdadera meta.

Este post es una colaboración para Infojobs. Léelo aquí!