¡Despierta!

Si quieres, puedes.

Si puedes soñarlo, puedes hacerlo.

Si lo deseas lo suficiente, el universo conspirará para que lo logres.

 

¿Te suenan esas frases? Hay algo en común en todas ellas y no, no es que sean motivacionales. No, tampoco es que sean fáciles de grabar en tu taza del desayuno.

Lo que las une es la coma. Esa coma inofensiva que parece estar ahí sin mayor pretensión que permitirte tomar aire, cuando sólo has pronunciado dos palabras.

¿Podrías leer la frase sin respirar? Seguro que sí. Y eso es porque esa coma no está ahí para que tú respires. Está para ocultar lo que la elipsis camufla.

– Si quieres, (te formas, trabajas duro y lo das todo) puedes.

– Si puedes soñarlo, (planearlo, estudiarlo, planificarlo, medirlo y volver a empezar) puedes hacerlo.

– Si lo deseas lo suficiente, (y estás dispuest@ a perder horas de sueño, a invertir dinero y a aumentar los niveles de estrés y autoexigencia) el universo conspirará para que lo logres.

Ell@s saben bien que en esto de emprender, no lo lograrás por mucho que lo sueñes, pero si no te importa sudarlo, trabajarlo, fracasar y levantarte 100 veces, entonces y solo entonces… quizás!

De momento, te dejo con sus palabras porque si alguien sabe lo que encierra esa coma, son quiénes la han dibujado y vivido una y otra vez!

 

Leo Carrión

Podría dar muchos tips, que no consejos porque los consejos no sirven igual para todos.

Sería: empieza con lo que tengas, porque tendemos a buscar el momento perfecto a nivel económico, circunstancias personales y demás y obviamente, todo eso es realmente importante, pero a la vez se convierte en un escape para no dar el paso y todo se irá demorando y ese comienzo se alarga más e incluso a renunciar a él.

Otro sería, enfócate y rodéate de la gente que te sume en la persecución de tus objetivos. Tendemos a buscar la aprobación de nuestro círculo más cercano: familia, amigos íntimos, etc y no es que no te ayuden o apoyen, que si que lo harán de muchas formas, pero sin comprender la mayoría de las veces, sobre todo en el emprendimiento o trabajo online.

Esta forma de llevarlo a cabo; todavía está muy en mente el trabajo tradicional e intentar convencer de ello va a conllevar un desgaste y frustración, que te alejarán de tu emprendimiento.

 

Eva Collado

Cuando emprendes, debes olvidar la comodidad.

La comodidad mantiene tus sentidos dormidos y con ello aparece la mediocridad, algo que no te puedes permitir. El proyecto te transportará a situaciones nuevas que jamás has vivido y a lugares donde nunca has estado.

No existen momentos de relajación hasta que se consigue cierto posicionamiento y; para ello, deberás poner toda la carne en el asador así como demostrarte a ti mismo y a los demás que el movimiento, el aprendizaje continuo, la auto exigencia y el rigor van a ser claves en tu éxito de futuro.

 

Vanessa García

Emprender es duro, quien diga lo contrario miente, pero al mismo tiempo es apasionante y cada pequeño logro es un gran incentivo y sirve como motivación para seguir trabajando por eso que muchos llamamos sueño.

Así que te diré que, en el arduo camino del emprendimiento, he aprendido algunas cosas a base de hostiazos y si puedo evitarte alguno…te recomendaría:

Creer en ti, en tus conocimientos y valor y que lo demuestres a los posibles clientes con actitud.

Valorarte y valorar tu trabajo. Recuerda, tú sabes lo que realmente vale lo que haces y eres tú quien debe ponerle precio.

Huir de quienes regateen tu presupuesto hasta puntos insospechados, esas personas que valoran su trabajo, pero no el tuyo, solo te traerán problemas. Si trabajas para un intermediario, sea independiente o agencia/empresa peor aún porque el regateo solo significará que quiere llevarse mayor beneficio, no abaratar el producto o servicio al cliente final.

Rodearte de gente que te aporte conocimientos y que te de “buen rollo” y ten cuidado con las falsas “amistades” porque al final te traicionarán. No olvides que, para muchos, cuando hay dinero de por medio es más importante la pasta que la amistad. Una pena, pero hay gente así.

No regalar ideas. Pon precio a tus propuestas, si lo haces y alguien te pida una será porque realmente le interesa y valora tu trabajo. Si tienes buenas ideas y proyectos en mente no los comentes, siempre habrá alguien que intente robártelo y hacerlo suyo.Se transparente en lo relativo a tu profesionalidad y valores.

Ten un contrato que avale tu relación con tu cliente y que te respalde en caso de que haya problemas, que se dan, créeme.

Trabaja, analiza, reestructura, trabaja, analiza, reestructura, mejora y de nuevo trabaja. Nadie más lo hará por ti.

 

Elia Guardiola

Uno de los errores que cometí al empreder fue pensar que podía con todo. Entender que pedir ayuda es de humano, te facilita un poco el camino. Obviamente debes saber a quién pedírsela. Y como dice mi padre, los favores se devuelven.

Si alguien te ayuda, aunque lo haga de forma altruista, devuélvele el favor. Es una forma de agradecer y además es probable que le sorprendas gratamente. No es necesario hacer grandes esfuerzos, las pequeñas acciones mueven el mundo. Cuando emprendí no pedí ayuda, y me costó horrores empezar a crecer.

Eso conllevó también que no tuviera una hoja de ruta. Tenía muchas ideas y sin foco. Iba dando palos de ciego, cosa que, evidentemente, conllevó una mala productividad del tiempo, el trabajo y los recursos. La estrategia y tener un “diario de bitácoras” es imprescindible para que cada acción que lleves a cabo, no quede en el olvido o no sirva de nada y encima tengas esa sensación de haber perdido el tiempo o, peor aún, sentir que no vales porque no hay resultados.

FOCO. 😉

 

Claudio Inacio

Define un tema en que te gustaría destacar y trabajar y empieza a leer y estudiar todo lo que puedas sobre ese tema.

Luego empieza a escribir lo que vas aprendiendo en tu blog…si te centras en aprender y compartir todo lo que vas aprendiendo con los demás eso hace que la gente te vea como alguien valioso en ese tema y eso te ayuda a posicionarte y abre muchas oportunidades laborales.

 

Sonya Lanzas 

Desde muy joven que ya me puse delante de un negocio y por experiencia sé que en el emprendimiento, como en otras facetas de la vida, la experiencia vital es vital, valga la redundancia, para empezar con una marca, sobre todo para aquellos y aquellas que como yo trabajamos en un auto empleo, al menos en los primeros años de nuestra actividad profesional.Voy a compartir las dos recomendaciones que me parecen fundamentales para empezar en cualquier marca, sea de la índole que sea:

Necesitas una fuente de ingresos mientras creas tu marca.

¿Parece obvio, verdad? Pues aún con la obviedad hay muchos y muchas que se meten un castañazo profundo por no tener este punto en cuenta.

Muchas y muchos de nosotr@s emprendemos por necesidad, para qué nos vamos a engañar. El mercado laboral no está para florituras y si tienes familia, sin querer renunciar a ella, todavía está peor; así pues, en gran variedad de ocasiones, la solución es trabajar por tu cuenta.

Por mucho que te guste lo que haces, por muy buen@ que seas, estas empezando y los comienzos son duros, muy duros. Mientras encuentras tu nicho de mercado, tu cliente ideal, tu idiosincrasia intransferible que aportas a aquello que much@s hacen… en todas estas tareas que son cuestión de trabajo constante y tiempo te han pasado, como mínimo, dos años.

Así pues olvídate de que en un año voy a ganar un sueldo. Yo estuve 4 años alquilando mi casa en verano a través de Airbnb. Ha sido muy duro, para qué te voy a engañar, aunque era la única manera de empezar y apostar por lo que realmente me apasionaba.

Auto conocimiento y valores.

Otra obviedad que nos saltamos a la torera. Cuando empezamos con nuestra marca tenemos tanta necesidad de vender, que solo nos enfocamos en qué necesita nuestro cliente. Nos centramos tanto en ello que hasta nos “cambiamos” de personalidad si con ello vendemos: la necesidad manda.

Claro, es básico saber qué necesidades cubre nuestro producto o servicio a nuestro cliente ideal; tan básico como saber en qué 5 valores fundamentales necesito vivir mi existencia para saber si realmente puedo vender ese producto y/o servicio, o cómo debo venderlo para no traicionarme a mi mism@. ¿Y cuál es el precio de ignorar mis valores? ¿De ignorarme a mí mismo/misma?

Pues sentirte fatal, ponerte enferm@, sentirte incómod@, sentir que ere un impost@r… y más puntos suspensivos, ya que faltar a tus valores crea mucho desequilibrio emocional.

Como no podía ser de otra manera, ambos pareceres que comparto contigo aquí, los he vivido en mis propias carnes y alma. ¿A caso se puede compartir aquello que desconoces? Imposible. Quédate con esto: boca-oreja de toda la vida.

 

Javi Layunta

¿Ser emprendedor o asalariado? Anteriormente, fui autónomo, freelance, ahora mi escenario ha cambiado.

Actualmente busco ser asalariado porque me analicé a mí mismo y me di cuenta de que, a pesar de que aprendí (y crecí) como emprendedor, a nivel personal prefiero estar rodeado de otros trabajadores del sector en un espacio físico con quienes puedo trabajar en equipo.

Mi estrategia se enfoca en eso. El mejor consejo que le puedo dar al lector es que se analice, que entienda el sector, que revise los pros y los contras de ser emprendedor y asalariado, que pregunte a otros profesionales y conozca la verdad.

Al final, escoge aquello que vaya mejor con tu estilo de vida. No es malo ser asalariado ni emprendedor, lo bueno es ser lo que tú elijas ser. 

 

Anabel López (Ladyenlared)

Yo lo tuve claro, uno de mis objetivos cuando emprendí fue que quería ser capaz de elegir. Vengo de un mundo (cuenta ajena) donde todo estaba calculado hasta el milímetro y donde las pocas cosas que te permiten pensar son del estilo: “esto es lo que hay”, “al menos tengo trabajo”, “buff y mañana lunes”.

En mis últimos días como residente en Matrix yo le decía a mi jefe: “siempre hay posibilidad de elegir en esta vida, eso sí, puede que no elijas porque la alternativa te gusta menos que lo que vives ahora”.

Emprender supone estar constantemente decidiendo y esto te hace crecer como persona:

Cuánto tiempo vas a dedicar a tu sueño (muchas horas seguro)

Si tu familia te necesita podrás elegir estar ahí para ellos. Sin pedir favores

¿Qué modelo de negocio quieres tener en función de tus valores?

Valorarás qué tipo de clientes querrás tener y cuáles no.

Podrás decidir qué clase de trabajos harás.

Qué estilo de vida quieres llevar.

Toda elección tiene consecuencias, pero al menos cuando emprendes tienes la libertad de elegir manteniéndote fiel a ti mismo. Y tú, ¿ya has elegido tu objetivo para emprender?

 

May López

Cuando comencé a emprender, tenía toda la teoría aprendida: herramientas de programación, dominio de las redes sociales y web…, pero me habría encantado que alguien me diese este consejo ” No va a salir todo bien al principio, vas a meter la pata mil veces y te va a costar encontrar tu sitio.

Pero al final , trabajando día a día, probando cosas nuevas y siendo tú misma, encontrarás tu lugar.

 

Ángela Periáñez Picón

Hace ya más de 5 años que decidí coger las riendas de mi vida profesional, y durante todo este tiempo he tenido bastantes aprendizajes. Pero si tuviese que quedarme con uno de ellos, quizás el más importante y que ha supuesto un antes y un después en mi desarrollo, sería “no le des la espalda a tu intuición, confía en ella”.

¡Y lo sigo al pie de la letra!

 

Áinhoa Gómez  (SEOmántica)

Después de haber creado dos empresas hay dos tips que puedo dar a todo emprendedor.

La primera es que como emprendedor debes tener muy claro qué es lo que haces y de qué manera ayudas al otro.

Tienes que dedicarte a algo que sea sencillo de explicar, que tu potencial cliente lo comprenda rápidamente. Si no puedes hacerlo, te costará venderlo, hacer marketing, definir tu público y en definitiva hacer funcionar tu idea de negocio. Tu modelo de emprendimiento debe ser sencillo y estar bien definido.

En segundo lugar, piensa siempre a lo grande. Da igual que seas una única persona, empezando en un mercado complicado. Tienes que trabajar a lo grande, valorarte como a un grande, para poder llegar a grandes clientes, a grandes proyectos.

No te cortes nunca las alas como emprendedor y permítete invertir, mejorar y crecer a lo grande!

 

Salvador Rodriguez

En este maravilloso experimento del emprender he cometido muchos errores, pero sin duda si tuviese que volver al pasado (y probablemente no uno tan lejano) me diría esto: “olvídate de comenzar de cero, olvídate de hacerlo todo por ti mismo y empieza aprovechando las herramientas que ya tienes disponibles, aunque no te parezcan perfectas”. Y como sÉ que de poco sirven las ambigüedades déjame que te cuente una historia que nos ha pasado a todos:

La verdad es que al principio yo solo quería abrir un blog y monetizarlo, sencillo ¿no? Pues, para mi sorpresa, el día que finalmente decidí empezar, descubrí que había un universo casi infinito de cosas por aprender: WordPress, copyright, email marketing, funnels de ventas, publicidad en línea, redes sociales, marca personal, entre mil cosas más. ¡Genial! Yo que nunca le tuve miedo a aprender estaba encantado, y como nos pasa a muchos, entré en el modo “do it yourself”. Fue allí que las cosas se pusieron cuesta arriba.

Para el momento en el que finalmente había aprendido a crear desde cero todo el sistema de mi blog, ya había pasado tanto tiempo y había invertido tanta energía en el proyecto, sin que este viera la luz, que ese impulso inicial ya empezaba a mermar, y luego mantenerme constante creando lo más importante de mi blog (el contenido) se convirtió en una lucha, porque después de tanto trabajo aún no veía ningún resultado.

Igualmente, cuando comencé con mi proyecto actual de crear una academia de español en línea, volví a cometer el mismo error. Luego de revisar las herramientas disponibles en la web, decidí que ninguna de ellas era tan flexible como yo quería, y me empeñe en aprender a crear mi propia academia (con una página de miembros, módulos, lecciones, quizzes y demás) todo por mí mismo. Y como te imaginarás, la cosa era mucho más complicada de lo que pensaba, así que en lugar de invertir ese tiempo creando materiales, contenidos y ensamblando cursos, pasé meses y meses batallando con la parte técnica del proyecto, sin que este se moviese a ningún lado.

Y, ¿sabes qué es lo más gracioso del asunto? El resultado de mi esfuerzo milenario no me fue ni mejor ni más versátil que cualquiera de los servicios que estaban ya disponibles y comprobados.

Así que, querido lector, luego de tanto patalear, puedo asegurarte que cada minuto que inviertas tratando de reinventar la rueda es tiempo y energía que no estas invirtiendo en lo que realmente importa de tu negocio.

Por eso, si vas a empezar un negocio online te invito que te preguntes lo siguiente: ¿realmente te hace falta aprender a programar una página web desde cero? Probablemente no, mejor aprovecha WordPress y alguna de las aplicaciones de diseño con sitios prediseñados y fáciles de adaptar, y empieza cuando antes a hacer lo que realmente le da vida a tu negocio.

O, ¿realmente necesitas una plataforma 100% personalizada y a tu medida para arrancar con tu escuela, tienda o servicio online? Hombre, seguramente no. Comienza aprovechando las herramientas que existen y te ofrecen además servicio técnico y apoyo, y haz lo necesario para que tu negocio salga a la luz cuanto antes. Puede que algunas de estos servicios no sean gratuitos, pero créeme, lo que no pagues en dinero lo pagarás en tiempo y energía, y estos dos últimos son mucho más importantes para tu proyecto.

No olvides que la motivación es una energía limitada, y que la mejor forma de renovarla es sintiendo que progresas, así que no te estanques en tecnicismos y pon tu motivación en cualquiera que sea el corazón de tu negocio: sus productos, sus clientes, sus servicios, tú.

 

Bego Romero

Cuando empecé como emprendedora me hubiera gustado tener una “yo del futuro” aconsejándome en todo momento, pero como esto no es posible, voy a contarte algo que me hubiera gustado saber por aquel entonces.

Cuando me lancé a emprender actuaba por inercia, a prueba y error. Es cierto que aprendes, sí, pero también es cierto que pierdes mucho tiempo intentando hacer cosas que no funcionan.

Por eso mismo mi consejo es que hagas una lista con profesionales que hayan logrado los objetivos que tienes marcados y contactes con ellos. Crea relaciones y pide una consultoría cuando lo veas necesario. Te asesorarán mejor que nadie.

Y sobre todo, invierte en tu proyecto. Porque si tú no crees en él, difícilmente creerá el resto.

Déjate asesorar y escucha a quienes ya han pasado por dónde estás tú. Y arriesga. Porque sin riesgo no hay resultados.

 

Estibaliz Ruiz

Sé que es típico, pero de verás que emprender le nace a uno de dentro. Yo me di cuenta que quería emprender demasiado pequeña, cuándo jugaba a ser publicista sin saber que era eso. Y no “jugaba para otros”, lo hacía para mi.

Ahora que por fin estoy emprendiendo poco a poco con Chabuca, agencia creativa, me he dado cuenta de lo duro que es vencerte cada día. No me gusta generalizar porque uno nunca sabe la situación del resto, pero seguramente la mayoría de emprendedores tienen una voz interna que no deja de boicotearle.

Llámalo inseguridad, vértigo, miedo, respeto… Se puede poner el disfraz que quiera, pero no parará de decirte que “quizás no eres tan bueno o no lo estás haciendo tan bien”…

Mi consejo, si es que yo puedo darte alguno porque sigo en esa batalla, es que te crees un “alter ego” y lo luches desde ahí. Cuándo me viene esta voz interna a descolocarme y a tirar por tierra mi trabajo digo “¿Qué haría la señora Chabuca?” Y se me pasa. Porque la señora Chabuca, sofisticada, rebelde y competente, no le haría caso a nadie que dijese que no vale todo lo que ella y yo sabemos.

 

Maider Tomasena

No dejes que otros te pongan metas. Muchas veces dejamos que otras personas sean las que decidan a donde tenemos que llegar en nuestro negocio y, a veces, eso no es posible para nosotros.

A veces tratamos de forzar la maquinaria para alcanzar unas metas que no son las propias. Todos tenemos nuestros tiempos y necesitamos equivocarnos.

Por eso si alguien te quiere ayudar, es genial que le dejes participar en la meta que te quieres poner, pero para que te ayude a lograr TU meta, no para definir por ti tus objetivos o para marcarte unos tiempos que no son los tuyos.

 

Ya ves. Ni todos los sueños del universo, ni millones de deseos pronunciados al aire. Da igual cuantas herraduras tengas en tu puerta, no importan los tréboles de cuatro hojas que siembres en tus macetas.

Esto no va de suerte, ni de supersticiones, ni de tazas súper molonas. La actitud positiva siempre suma pero la fórmula del éxito lleva toneladas de trabajo y esfuerzo.

No lo lograrás aunque lo sueñes, porque es en lo que no te cuentan, en lo que esconde la coma donde se escribe la verdadera historia de todo emprendimiento.

Despierta y empieza el camino!